
Un poema clandestino
voy volcando con mi pluma,
resultó ser el destino
un amor de espesa bruma.
En el blanco del papel
dejaré establecido
que la miel ya sabe a hiel,
ya no quiero ser herido.
Y si ayer hemos errado,
en los albores de la vida
no podemos remediarlo.
Un sendero nos unía
y escogimos separarnos,
sufriremos la agonía
del habernos extraviado. Leonardo67.
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