
Un café a medianoche
contemplando tu mirada,
cuán espléndido derroche
cuando los silencios hablan.
No hacen falta las palabras
si me miras a los ojos,
porque el alma con sus alas
quita llave a los cerrojos.
La mirada nunca encubre
ni permite ocultar,
en los ojos se descubre
lo que se quiere callar.
Un café a medianoche
con aroma a algo más. Leonardo67.
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