Un día un loco se puso a pensar si en realidad era posible hacer hablar al corazón, todos absolutamente todos lo creyeron un insano sin recuperación. Pero el loco no les prestó atención y siguió analizando la manera de conseguir eso que los cuerdos decían que era imposible.
Tras meditar sobre el asunto por un tiempo indefinido, le llegó la primera chispa de inspiración y se atrevió a crear el abecedario pero no hallaba la manera de expresarle a los demás su idea.
Sentado bajo un árbol tomó el trozo de una rama y empezó a trazar garabatos que después serían llamadas letras sobre la tierra seca, mientras los cuerdos lo miraban y reafirmaban que lo de él no tenía remedio.
Para su mala fortuna se levantó un fuerte vendaval seguido por una lluvia torrencial y de lo que aquel loco quería plasmar no quedó absolutamente nada. Todos los cuerdos no dejaban de burlarse de él.
Ese mismo loco no les dió la mínima importancia a las burlas que caían sobre él y siguió analizando como podría solucionar ese dilema, cuando de repente un nuevo chispazo de inspiración lo volvió a invadir e inventó el papel, todos los cuerdos se burlaban de él.
Trató de escribir con la misma rama las letras inventadas pero resultó que la misma destrozaba su papel. Los cuerdos nuevamente se burlaron.
Al loco no le importó, dejó que se burlaran mientras seguía divagando en su locura y de repente una nueva chispa de inspiración surgió de él e invento el lápiz, todos los cuerdos decían veamos la nueva locura de esta persona que sin dudas no está en sus cabales, mientras seguían criticándolo y burlándose de él. El loco tomó la hoja, el lápiz y escribió el primer poema de la historia, mientras los cuerdos se quedaron atónitos y sin palabras ante la genialidad de ese loco.
Que tu vida sea siempre poesía que permita hablar a tu corazón y que no importe que te llamen loco.
Porque el mundo es y será por siempre de los locos.
Sé el poeta de tu propia vida, no necesitas textos prestados. Leonardo67.