Mi sonido favorito
era el de escuchar
a orillas de un rio
el susurro de sus aguas
al fluir hacia el mar,
hasta que escuché
tu agitada respiración
junto a mi oído.
Mi aroma favorito
era el del primer café
de la mañana,
hasta que descubrí
lo bello que huele
tu piel transpirada.
Mi vista favorita
era contemplar la luna
en una noche estrellada,
hasta que me reflejé
en lo infinito de tu mirada,
Mi sabor favorito
era el de desgustar
una cerveza al atardecer,
hasta que probé
tus labios y su miel.
Para mi tacto
no había nada
tan hermoso
como recorrer
un suave terciopelo,
hasta que aquella noche
por fin acaricié tu pelo.
Para mis cinco sentidos,
para cada uno de ellos,
no necesito muchas cosas,
me basta contigo. Leonardo67.
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