Transmutando sentimientos me convierto en alquimista.
Lo que ayer fue el amor hoy no es más que decepción, el dolor es fortaleza, la oscuridad la inmensa luz,
el abismo es paraíso, el desierto la pradera, el invierno primavera.
Jamás se apoderó de mí el rencor por lo vivido aunque en vano he recorrido un camino sin sentido.
Ya no duele traición porque todo lo he ofrecido, he aprendido la lección.
Hoy por fin me siento libre, con la firme convicción que si una puerta se cierra se abrirá una mejor.
Todo lo que das regresa no siempre en el mismo lugar, a veces en otras miradas, otros labios u otros seres.
Amo las noches de luna junto a la tinta y la pluma, en el blanco del papel decretando el futuro.
Me encanta por las mañanas cuando la brisa acaricia mi cara y los rayos de un sol brillante recargan mis
energías.
Ver los pájaros trinar y admirar su libre vuelo, recorriendo sin temor la inmensidad del cielo.
Finalmente he comprendido que esa jaula solamente son unos falsos barrotes que solo están en la mente,
una estúpida excusa, un pretexto sin razón que me impide avanzar y que ya estoy más que listo para amar
una vez más. Leonardo67.
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