
Te reintegro la noche
sin luna ni estrellas,
praderas sin hierbas,
caminos sin huellas.
Castillos de arena,
tristeza de almohada,
un río sin agua,
el alma extraviada.
Murallas de piedra,
tu gran vanidad,
todas tus mentiras
y mi cruel verdad,
que nunca en mi vida
querré confesar.
El baúl de los sueños
que un día creamos,
porque hoy te reintegro
todo lo brindado,
te dejo en mis letras
mi adiós más preciado. Leonardo67.
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