
Si acaso pudiera
volcar hoy mis versos,
implorarle al viento
que vuele hacia el cielo
y en sus propios oídos
poder susurrar,
cuantos sentimientos
podría expresar.
Mi niño perdido
para ti envío
un hermoso abrazo
y el beso prohibido
que nunca en la tierra
me fue permitido
poderte brindar.
Esposa añorada
que pronto partiste,
que inmenso dolor
poder despedirte.
Abuelo querido,
mi estrella brillante,
jamás yo te olvido
aunque estemos distantes.
Los tres en mi viven
y siempre lo harán,
en cada respiro
y en mi palpitar. Leonardo67.
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