domingo, 10 de julio de 2016

Ocaso de amor.



Hasta el amanecer
fue el pacto sagrado
que no habría de ser
jamás quebrantado.
Tu cuerpo y el mío
en perfecta aleación,
fundiéndose al fuego
de nuestra pasión.
La luna curiosa
desde la ventana,
de forma tramposa
su rostro asomaba
para contemplar.
Y el propio cupido
esa misma noche
aprendió a suspirar.
La noche avanzaba
y llegó la mañana,
el instante final...
Que cruel ironía
cuando amanecía
ocaso de amor
mi ser invadía. Leonardo67.

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Entrada destacada

Con tristeza de payaso.

Con tristeza de payaso he vagado por la vida, ocultando las heridas en sonrisas mal fingidas. Esta noche en las letras yo te cito, a ...