
En la peor de las tinieblas
de cualquier cuarto oscuro
aun allí existe
un mínimo hilo de luz,
como si fuera hematites
me bastará de herramienta,
me será suficiente
para bruñir la pared
de ese metal que no deja
como si fuera espejo empañado
reflejar la claridad,
para ponerle final
a la oscuridad de la noche
y transformarla de pronto
en bello día soleado.
En el desierto más hostil,
en alguna parte de él
de seguro hallaré
ese oasis tan deseado
donde aplacar mi sed.
En la peor de las tormentas
en algún lugar se encuentra
ese refugio anhelado
en el que me pueda proteger.
Porque así es este mundo
donde triunfan los valientes
y es que me siento más fuerte
al levantarme tras caer.
Aunque tropiece mil veces,
mil una me pondré de pie. Leonardo67.
No hay comentarios:
Publicar un comentario