El deseo lleva tu nombre
y la pasión tu apellido
en la lujuria que esconde
un viejo sueño dormido.
Porque el amor se refleja
en tu mirada sin par,
indagando en la moraleja
si es un cuento o es verdad.
Porque a tu lado madura
la paz tan siempre anhelada,
después de la noche oscura
renace una nueva alborada.
Y los ¿ Por qué?, ya no importan
me despojo de la armadura,
derrocando la cordura
en un reino de locura. Leonardo67.
Mi sonido favorito
era el de escuchar
a orillas de un rio
el susurro de sus aguas
al fluir hacia el mar,
hasta que escuché
tu agitada respiración
junto a mi oído.
Mi aroma favorito
era el del primer café
de la mañana,
hasta que descubrí
lo bello que huele
tu piel transpirada.
Mi vista favorita
era contemplar la luna
en una noche estrellada,
hasta que me reflejé
en lo infinito de tu mirada,
Mi sabor favorito
era el de desgustar
una cerveza al atardecer,
hasta que probé
tus labios y su miel.
Para mi tacto
no había nada
tan hermoso
como recorrer
un suave terciopelo,
hasta que aquella noche
por fin acaricié tu pelo.
Para mis cinco sentidos,
para cada uno de ellos,
no necesito muchas cosas,
me basta contigo. Leonardo67.
¿ Cuántas líneas he de trazar?.
Para expresar lo que siento,
¿ Cómo conjugar amar?.
Al plasmar un sentimiento.
¿ Cuántas rimas he de escribir?.
¿ Cuántas noches de desvelo?.
Que acobijen mi sentir
en vertical y paralelo.
¿ Cuánta tinta ha de fluir?.
¿ Cuántas hojas de papel ?.
¿ Cuántas letras esgrimir?.
Mientras gira el carrusel.
Tal vez precise un millón,
quizás solo una baste
para expresar la pasión
sin cordura al amarte. Leonardo67.
Si fueran mis manos la pluma
y todo tu ser el papel,
quisiera escribir nuestra historia
por siempre en toda tu piel.
Que sea con tinta indeleble
que nada la pueda borrar,
danzando al son de las letras,
enlazando el verbo amar.
Quisiera nacer en tus labios,
perderme en tu bello mirar,
navegar en tus ríos de sangre,
en tu corazón encallar.
Quisiera ser alas de tu alma
para que no temas volar
y así sin prisa y en calma
sumergirnos en la eternidad. Leonardo67.
¿ Qué tal si me atrevo?.
A reflejarme en tus ojos,
enredarme en tu pelo,
pisotear los despojos.
A nacer en tus labios,
convertirte en deseo,
incinerar los resabios,
emprender nuevo vuelo.
Embriagarme en tu ser,
despojar mi armadura,
el sentir renacer
a la luz de la luna.
Sin apelaciones
entregarme a lo incierto,
sí tú lo propones,
te juro lo intento. Leonardo67.
No te voy a decir que te amo, pero sí que te comienzo a extrañar.
No te voy a decir que no temo el volverme a enamorar.
Pero es tu tierna mirada la que me invita a ir por más.
Sin dudas los dos portamos cicatrices del pasado, las medallas de la decepción colgadas en nuestros pechos, que con coraje las ganamos en las arenas del amor.
Pero al fin y al cabo solo somos dos guerreros del amor que nos hemos presentado a la batalla aun en luchas sin sentido y aunque fuimos mal heridos y con el corazón partido nos debimos retirar, en la pausa y en compañía de la sabia soledad, siempre absolutamente siempre aprendimos a sanar,
Yo te invito fiel guerrera a despojarnos de armaduras, alejarnos de las dudas y atrevernos a ingresar, una vez más a la arena, solo un intento más que presiento en el alma y en mi ser al palpitar que sin dudas el destino nos depara esta vuelta la gran batalla final. Leonardo67.
Te propongo solo el hoy, sin ayeres ni mañanas, sin mochilas del pasado ni ansiedad del que vendrá.
Ir labrando los caminos en serena libertad, sin promesas ni cadenas, sin candados, sin seguir rumbo trazado, nuevas huellas al andar.
Desplegar sin temor las alas y un nuevo cielo surcar.
Ser ajenos al que dirán y que la brújula del corazón vaya marcando el sendero, pues la vida me ha enseñado que lo eterno es pasajero y un momento es inmortal.
Que la luz de tu mirada sea luna en noche oscura y de tus labios en su dulzura el poderme embriagar.
Leonardo67.
Tal vez solo cuatro meses
te parezcan poco tiempo,
pero se que tú comprendes
el valor de los momentos.
Hay instantes que son eternos,
que se guardan en el corazón
ponen fin a los inviernos
con el fuego del amor.
No me hablen de almanaques
ni de agujas del reloj,
si abrazarte pone en jaque
la cordura y la razón.
Si camino de tu mano
soy guerrero invencible,
el creyente más pagano,
un rebelde apacible. Leonardo67.
Un poema cada noche
debajo de tu almohada,
del amor hacer derroche
y un paraíso en la cama.
Un te amo a cada instante
susurrado a tu oído,
alguna rima errante
de un poeta engreído.
El coraje del guerrero,
la fuerza del huracán,
la dureza del acero
y la fe del capellán.
El trono del corazón,
tu nombre tatuando el alma,
con demencia la pasión,
en el caos ser la calma.Leonardo67.
Te propongo un sin pasado
y te ofrendo un para siempre,
que dejemos enterrado
el pasado intransigente.
Te regalo un nuevo día
después de una noche oscura,
un amanecer soleado
disipando toda bruma.
Un arco iris de sueños
con color a realidad,
coronado de momentos
que sean eternidad.
Que la luna sea testigo
cada noche de este amor,
ser la envidia de Cupido
y entregarnos sin temor. Leonardo67.
Mi pequeña gigante
ven y toma mi mano
por tan solo un instante
caminando a mi lado.
Un segundo que emana
por tan solo un momento
el aroma al mañana
retenido en el tiempo.
Mi pequeña gigante
Te ofrendo mi mirada,
el corazón anhelante,
una prosa guardada.
Ya no existen fantasmas,
solo un nuevo fluir
en el alma que plasmas
el sentir revivir. Leonardo67.
Un día un loco se puso a pensar si en realidad era posible hacer hablar al corazón, todos absolutamente todos lo creyeron un insano sin recuperación. Pero el loco no les prestó atención y siguió analizando la manera de conseguir eso que los cuerdos decían que era imposible.
Tras meditar sobre el asunto por un tiempo indefinido, le llegó la primera chispa de inspiración y se atrevió a crear el abecedario pero no hallaba la manera de expresarle a los demás su idea.
Sentado bajo un árbol tomó el trozo de una rama y empezó a trazar garabatos que después serían llamadas letras sobre la tierra seca, mientras los cuerdos lo miraban y reafirmaban que lo de él no tenía remedio.
Para su mala fortuna se levantó un fuerte vendaval seguido por una lluvia torrencial y de lo que aquel loco quería plasmar no quedó absolutamente nada. Todos los cuerdos no dejaban de burlarse de él.
Ese mismo loco no les dió la mínima importancia a las burlas que caían sobre él y siguió analizando como podría solucionar ese dilema, cuando de repente un nuevo chispazo de inspiración lo volvió a invadir e inventó el papel, todos los cuerdos se burlaban de él.
Trató de escribir con la misma rama las letras inventadas pero resultó que la misma destrozaba su papel. Los cuerdos nuevamente se burlaron.
Al loco no le importó, dejó que se burlaran mientras seguía divagando en su locura y de repente una nueva chispa de inspiración surgió de él e invento el lápiz, todos los cuerdos decían veamos la nueva locura de esta persona que sin dudas no está en sus cabales, mientras seguían criticándolo y burlándose de él. El loco tomó la hoja, el lápiz y escribió el primer poema de la historia, mientras los cuerdos se quedaron atónitos y sin palabras ante la genialidad de ese loco.
Que tu vida sea siempre poesía que permita hablar a tu corazón y que no importe que te llamen loco.
Porque el mundo es y será por siempre de los locos.
Sé el poeta de tu propia vida, no necesitas textos prestados. Leonardo67.
Si me detengo a descansar
nunca pienses que me he rendido,
en reposo he decidido
cual batalla hay que luchar.
En la paz el gran guerrero
evaluando con recelo,
voy trazando el paralelo
hacia el magno paso austero.
Ya no lucho cualquier guerra
si noto que es sin sentido,
ya que todo lo vivido
juzga lo que se sotierra.
La espada afilada,
la armadura reluciente
preparada en el presente
va en busca del mañana. Leonardo67.
Te amo...
Como las olas lo hacen con la arena,
como la luna lo hace con las estrellas,
como las flores en la primavera,
como el camino junto a nuevas huellas.
Te amo...
Como el arco iris cuando deja de llover,
como la gota de rocío en el pétalo de la rosa,
como la tinta lo expresa en papel,
como el poeta cuando traza sus prosas.
Te amo...
Como la melodía de una bella canción,
como el viento en total libertad,
como el amanecer y ese rayo de sol,
como el instante que es eternidad.
Te amo...
Como el pintor que ha inventado un color,
como ese cuento que no halla un final,
como el pimpollo trasmutando en flor,
como nunca he aprendido a amar. Leonardo67.
Era una noche más, nada fuera de lo común, tenía todo programado
hasta que de repente sonó mi celular, vaya sorpresa era ella, jamás esperaba
su comunicación y luego de un cordial saludo me invitó a ir a bailar, dudé por un instante
ya que tenía compromisos asumidos pero de repente como un designio divino
sentí la imperiosa necesidad de ir, creo que pudo ser una de las mejores decisiones de mi vida
y acepté sin dudarlo. Conduje mi moto hasta llegar al destino, al llegar busqué en la extensa fila
y de repente la vi, estaba mas hermosa que nunca y en el intercambio de miradas, al mismo instante
comprendí que no sería una noche más, que esa noche era especial y que podría darle un giro inesperado a
mi propia vida.
Con el correr de la noche me fui sumergiendo en su mirada, me sentí indefenso y corrí para regalarle una
rosa y como si fuera poco me regaló su mejor sonrisa. Ya avanzada la noche llegó el choque de copas y
mientras brindábamos tomó su móvil para sacar una foto y me abrazó y al instante comprendí que para
alcanzar el paraíso no siempre es necesario volar hasta el cielo. Leonardo67.
Como mudo testigo
una luna que asoma,
un poeta perdido
en un rostro que añora.
Tanto extraño tu boca,
reflejarme en tu mirada
que a la cita convoca
en la noche soñada.
Y me siento feliz
al tan solo pensarlo,
quiero ser aprendiz
y de pronto lograrlo.
Y me muero de ganas
mientras miro al cielo,
una estrella lejana
va guiando mi vuelo. Leonardo67.
Hoy no quiero un papel
ni en la tinta fluir,
solo ansío en tu piel
cada poro cubrir.
Recorrer con mis manos,
explorando tu cuerpo
y sentirme extraviado
por las arenas del tiempo.
Susurrarte al oído,
expresar lo que siento,
con los cinco sentidos
eternizar un momento.
Embriagarte en mil besos
y como un coctel sagrado,
comprendiendo en mis brazos
que jamás te han amado.. Leonardo67.
Entre tú y yo...
Jamás deberían de faltarnos dos cascos, una moto y una ruta imprevisible guiada por el viento.
El bailar sin desenfreno bajo la lluvia, a la luz de luna o en cualquier lugar hasta que se acalambren
nuestros pies y aún así seguir danzando.
Un poema cada día escondido bajo tu almohada.
El perdernos sin temor en miradas interminables, las sonrisas sin sentido y el abrazo de las almas.
Hacer siempre realidad los anhelos más secretos sin temor a confesarlos.
Ir transformando cada instante en infinita eternidad.
El amar y sentirse amado como nunca lo sentimos, creernos imbatibles caminando de la mano sin temer
ningún sendero, escalar cualquier montaña por difícil que parezca, ser eterna primavera.
Contemplar la bella luna e ir contando las estrellas y que al fin cuando amanezca aun no hayamos terminado y con el primer rayo de sol recostados sobre el césped, abrazados suavemente nos inunde su calor.
Que por siempre sea abril aunque transcurran mil años. Leonardo67.
Y que sea contigo...
Estoy harto de cubrirme
con sábanas frías
que no saben dar abrigo.
De intentar hacer nido
en las huecas almohadas
donde solo unas noches
se puede anidar.
De navegar sin temor
en interminables ríos de miradas
que lo único que hacen
con sus torpes corrientes
anclarte al medio del mar.
De transmutar sentimientos
por mil ríos de tinta
y un papel sin final.
Y que sea contigo...
Que al mirarte a la cara
se transforme en espejo
que refleje la imagen
de un mañana mejor.
Que en tus labios encuentre
ese coctel sagrado
que no en cualquier lado
se logra de hallar.
Y que sea contigo...
Que en el mapa de tu cuerpo
explorando cada poro,
hasta el mismísimo cielo
te pueda transportar.
Y que sea contigo...
donde la más bella historia
se sepa crear.
Y que sea contigo,
por toda la eternidad. Leonardo67.
Navegar en tu mirada
es perderse en alta mar,
sinfonía inacabada
en un eterno sonar.
Es bucear en lo profundo,
un sin fin de sensaciones,
descubrir un nuevo mundo,
fabricar mil ilusiones.
Naufragar en tu mirada,
no existe otro lugar
donde cada madrugada
yo anhele anidar.
Solo quiero reflejarme
en ese espejo sin igual
donde pueda extraviarme
y poder volver a amar. Leonardo67.
Siete ciclos de la luna
para velar el dolor,
tanta tinta, tanta pluma,
sepultando el dolor.
Cada fase me recuerda
el infierno heredado
nadando entre la mierda
de un tiempo ya pasado.
Fui menguando junto a ti
astro rey de noche oscura,
aunque morirme sentí,
he recobrado la cordura.
En luna nueva me llené
de ilusiones y esperanzas,
aunque a veces lo dudé
nunca flaquearon las ansias.
Ahora en todo tu esplendor
junto a esta luna llena
la esperanza del amor.
nuevamente se renueva.
Orgulloso hoy me siento
exhibiendo el galardón,
aunque me ha llevado tiempo,
tengo sano el corazón. Leonardo67.
Siempre la noche me encuentra
junto a la luna que asoma,
danzando entre las letras
en mi secuencial genoma.
El éxtasis de la tinta
fluyendo sobre el papel,
morfología indistinta
girando en el carrusel.
Titila en el cielo una estrella
en noche de inmensidad,
borrando antiguas huellas
camino a la libertad. Leonardo67.
Subiendo al carro de la musa
por la ruta del poeta olvidado,
trazando letras inconclusas
de un viejo poema extraviado.
Creando puentes de papel
unidos por líneas de tinta,
bebiendo un raro coctel
de acabadas parodias extintas.
Viejos sentimientos se oxidan
refleja el espejo empañado,
nostalgia que desanida
antiguos sueños añorados.
Extraños ecos del silencio
forzando una loca alquimia,
en la soledad conferencio
bajo esta luna eximia. Leonardo67.
Transmutando sentimientos me convierto en alquimista.
Lo que ayer fue el amor hoy no es más que decepción, el dolor es fortaleza, la oscuridad la inmensa luz,
el abismo es paraíso, el desierto la pradera, el invierno primavera.
Jamás se apoderó de mí el rencor por lo vivido aunque en vano he recorrido un camino sin sentido.
Ya no duele traición porque todo lo he ofrecido, he aprendido la lección.
Hoy por fin me siento libre, con la firme convicción que si una puerta se cierra se abrirá una mejor.
Todo lo que das regresa no siempre en el mismo lugar, a veces en otras miradas, otros labios u otros seres.
Amo las noches de luna junto a la tinta y la pluma, en el blanco del papel decretando el futuro.
Me encanta por las mañanas cuando la brisa acaricia mi cara y los rayos de un sol brillante recargan mis
energías.
Ver los pájaros trinar y admirar su libre vuelo, recorriendo sin temor la inmensidad del cielo.
Finalmente he comprendido que esa jaula solamente son unos falsos barrotes que solo están en la mente,
una estúpida excusa, un pretexto sin razón que me impide avanzar y que ya estoy más que listo para amar
una vez más. Leonardo67.
He colgado en el centro de mi pecho la medalla de la decepción ,
como si fuera orgullosamente el más preciado galardón.
He obtenido el premio del saber lo que no quiero ni permitiré que me vuelva a suceder.
Aprendí a cooperar sin ningún condicionamiento con las circunstancias
que no intento, no pienso, ni quiero modificar.
Cuando me obligan a marcharme jamás pienso en regresar,
no retorno al pasado aunque intente alcanzarme.
Ya no me atrapa cualquier mirada que se ofrezca frente a mí,
mis pupilas más que sabias se han vuelto selectivas para saber dilatar.
No se endulzan mis oídos con las más bellas palabras,
ya no pesa en mi balanza esos kilos de promesas
porque ahora se ha calibrado en gramos de realidad.
De seguro no renuncio a la semilla de mi sueño
pero también que he comprendido que no toda tierra es para arar.
Se que en tiempo divino el rosal florecerá´
mientras recorro el tallo las heridas de sus espinas ya aprendieron sanar. Leonardo67.
Soy mis letras, mis poemas,
los silencios, las ausencias,
soy la duda, la certeza,
mis virtudes, mis carencias.
En mi mundo no hay caminos,
sólo sigo la intuición,
sin rumbo preestablecido,
anarquía de razón.
Soy tan libre cuanto puedo
aunque a veces me encarcelo,
pero siempre vuelvo al vuelo
en busca de un nuevo cielo.
Soy locura y cordura
en la mística fusión,
con la ausencia de censura
y esa pizca de pasión. Leonardo67.
En lo hermoso del fluir en libertad sin mochilas,
sin rencores, sin nostalgia, sin pasado ni futuro.
Solamente enfocado en el hoy, sin ayeres que resultan intransmutables,
ni mañanas que proyectar, ya que no sé, no importa que tengan para dar.
Tratando cada amanecer de crear el mejor día de mi vida.
Gratamente he descubierto que esta es la forma correcta de sentirme en plenitud.
Dejando, permitiendo solamente que la vida me sorprenda. Leonardo67.
El sol inunda mi ser, invitado por suaves brisas,
en un nuevo amanecer descargué todas mis mochilas,
de repente desplegué mis alas y solamente quise volar.
Después de tantas vigilias volver a sentir la libertad.
No hay vuelo preestablecido, de pronto ha desaparecido
la jaula de mil emociones y con ella las confusiones.
Así como el ave Fénix desde las propias cenizas poder resucitar.
Viejas tormentas pasadas me obligaron a anidar
pero pude sanar las heridas con las agujas del tiempo y el hilo de la dignidad.
Listo para surcar los cielos, nada puede impedir el vuelo
hacia el multicromático arco iris que ya puedo divisar. Leonardo67.
No preciso del ayer
ni sueño con el mañana
solo ansío renacer
en cada nueva alborada.
El hoy es mi destino
lo disfruto y sin prisa,
escojo ese camino
guiado por nuevas brisas.
En el mar de la esperanza
navego en mi carabela,
me despojo de añoranzas
mientras voy izando velas.
Ya no soy el constructor
que proyecta locamente,
solo dejo que el amor
es quien guie sabiamente. Leonardo67.
