jueves, 25 de noviembre de 2010

Las huellas de mi camino.



Las huellas de mi camino
me vuelvo para observar,
encontrando en su principio
pequeños pasos al andar.
Con el tiempo he crecido
y valentía con vehemencia
supe haberlas confundido,
con los callos de mis pies
de esa forma he aprendido.
He pisado como titán
creyéndome imbatible,
más la vida me enseñó
que no soy indestructible.
Hoy mis pasos son más lentos
sin la energía del ayer,
y aunque hay veces
que yo siento
no saber adonde ir,
he aprendido con el tiempo,
que es mejor viajar despacio
con los pasos calculados,
que hacerlo por impulso
para poder alcanzar
el objetivo añorado. Leonardo67.


jueves, 11 de noviembre de 2010

Poeta.



Poeta de mil amores
de un millar de sensaciones,
poeta de la tristeza,
la alegría y el dolor.
Poeta que sin razón
va volcando en su versos,
poeta del corazón,
el motor de las palabras
que se acunan en su interior
y de a poco toman forma,
sin seguir ninguna norma
más que el ansia de escribir.
Poeta que puedes decir
a través de líneas vagas
todo aquello que te callas
por la propia convicción
de no expresarlo en alta voz.
Poeta a veces ausente
y otras hiperactivo,
quien sabe porque el destino
te impulsa a trazar letras
 y si así no lo realizas
sientes a tu alma muerta. Leonardo67.

Para el poeta ausente.



Para el poeta ausente
aquel que no encuentra rimas
ni pasadas ni presentes
de sus letras hoy esquivas.
ya no fluyen en su interior
esos versos de antaño,
sin hallar una razón
del por cuál se han marchado.
Y frente a una hoja en blanco
junto al lápiz en su mano,
hoy lo inunda el desgano
de lo que siempre ha amado,
el volcar en un papel
sentimientos acunados
que lo hacían estremecer,
se sentía perecer
si no los convertía en prosas,
y al mirar hoy su jardín
no descubre ni una rosa. Leonardo67.

martes, 20 de julio de 2010

Esta noche.



Esta noche solo brotan
frases tristes en mi ser,
una lágrima alborota
a mi inquieto padecer.
Esta noche no distingo
al antiguo árbol florido
y buscando en sus raíces
solo me hallo mal herido,
hojas secas que han caído.
Mi nido que se cubría
con su copa como un cielo.
hoy lo veo consumido,
en la insoportable agonía
de ser un ave sin vuelo,
después de haber conseguido
en un tiempo transcurrido
ser un águila guerrero. Leonardo67.

martes, 13 de julio de 2010

Solo soy.



Solo soy una hoja suelta
en la inmensa biblioteca
del fantástico mundo de la poesía,
soy solo un diminuto grano de arena
en una extensa playa serena.
Añorando la hora
en desesperada espera
de la ola inspiradora
que inundada por sus letras
se transformen en bella prosa.
Soy la brisa que va y que viene
esa misma que contiene
un sin fin de sensaciones,
sentimientos y emociones
en busca de un papel
donde poder reposar.
Soy ave que solo puede volar
con su pluma sobre una hoja en blanco.
conjugación del verbo amar,
alegría, esperanza y llanto. Leonardo67.

lunes, 12 de julio de 2010

Tengo.



Tengo mil versos guardados
que aun no han tomado forma,
un millar de sentimientos acunados
que sin preestablecida norma
deambulan por mi mente.
Tengo mi vida presente,
la pasada y la futura,
un papel en blanco siempre
y una inagotable pluma.
Tengo en el alma poesía
y rima en mi corazón,
no me falta valentía
más me sobra devoción
para volcar sentimientos
sin importar la razón.
Transformar vivencias en prosas
no hay más bella sensación
como si fuera una rosa
de indescifrable color. Leonardo67.

jueves, 8 de julio de 2010

Vuelvo.



Vuelvo a ponerme de pie
sin importar circunstancias,
vuelvo a levantarme tras caer
estoy otra vez en batalla.
Vuelvo a empezar de cero
con la misma convicción
que por siempre en mí acuno,
sin sentir temor alguno
de intentarlo una vez más.
Vuelvo a erguirme con más fuerzas,
muchas más que las de ayer,
pues me siento hoy más fuerte
al resucitar tras fallecer.
Porque solo una batalla
jamás determinó mi guerra
y siempre encuentro la manera
pues me siento vencedor
y aunque cargue con heridas
en el nido del dolor,
este pichón indefenso
proto elevará su vuelo
como un águila en el cielo
en su vuelo ganador. Leonardo67.

Y cerró sus ojos.



Y cerró sus ojos
para no volver
la vista atrás,
para tratar de olvidar
ese pasado maldito.
Y sus sueños mal marchitos
se convirtieron en fantasmas
que atormentaban su alma
sin poder hallar la paz.
Y se quedó solamente
en el jardín de su vida,
con la herida mal hiriente
sin la rosa y con la espina
que jamás pudo extirpar.
Y vagó sin rumbo fijo
con su mente divagando
y su corazón sangrando
por los anhelos no alcanzados
arrebatado de sus manos
de un cruel destino heredado,
y jamás le han explicado
el por cuál ha descendido
desde el cielo más hermoso
al infierno más temido. Leonardo67.

lunes, 5 de julio de 2010

A usted.


A usted que me hurta
el pan de la mesa
de mis hijos amados.
A usted que sin culpa
esgrime en su cabeza
el gorro sagrado
de representar la ley.
A usted que profesa
hacer lo debido
y se siente orgulloso
del deber cumplido.
Le imploro que piense
que tan acertado
es su proceder.
Si es justo al pobre
robarle los sueños
del pan añorado
de cada mañana
poder proveer.
Enjaular los anhelos
de aquel peregrino
que con cada amanecer
trazando caminos,
sueña con crecer
y a los suyos brindarle
un futuro mejor.
Traté de explicarle
que no era asesino,
tampoco ladrón,
tan solo un padre
que cada mañana
cumple su labor
de andar los senderos
que Dios va guiando
en su caminar,
tan solo para alcanzar
el objetivo supremo
de llevar a la mesa
el preciado maná. Leonardo67.

Le he pedido al viento.


Le he pedido al viento
que a tu oído lejano
le susurre el lamento
del no estar a tu lado.
Le he suplicado al viento
que rote su dirección
y te confiese los sentimientos
que se acunan en mi corazón.
Le he implorado al viento
que se concentre en tu ventana
tan solo por un momento,
que a mi alma enamorada
en forma de bellas alas
la transporte hacia tu lecho
en una noche estrellada,
para murmurarte en secreto
mientras concilias el sueño
que mi corazón está repleto
de inolvidables momentos. Leonardo67.

Quiero perderme en tu mirada.



Quiero perderme en tu mirada
tal cual fuera un inmenso mar
y en una mañana templada
comenzarlo a explorar.
Ir buceando mansamente
en sus aguas cristalinas,
sumergirme lentamente
en sus corrientes marinas,
hasta llegar hacia su lecho.
Arrebatar los tesoros
que se encuentran escondidos
aferrarlos a mi pecho,
en mi corazón prendidos
y como pirata que al fin
ha alcanzado su objetivo
con su preciado botín
el cual al fin ha conseguido
emerger de lo profundo
en busca del cielo abierto
para que se entere el mundo
al gritarlo a los cuatro vientos. Leonardo67.


Maldigo esta noche.


Maldigo esta noche
con mis cinco sentidos,
maldigo la noche
porque tu has partido.
Me siento desnudo
cual árbol de otoño,
inundando su suelo,
con sus hojas marchitas
cual fueran mis sueños.
Me encuentro sediento
sin oasis cercano,
en inmenso desierto
si no te hallo a mi lado.
La rosa marchita,
su espina punzante
que abre una herida
y de forma constante
me vuelve a hincar,
me llega hasta el alma,
no lo puedo evitar
y pierdo la calma
si ya no te alcanzo
en tu caminar.
Maldigo esta noche
con todas mis fuerzas,
maldigo esta noche
que pronto amanezca. Leonardo67.

Las letras están llorando.


Puedes hurtarme el papel,
puedes quebrarme mi pluma,
jamás podrás detener
lo que en mi corazón se acuna.
Puedes cerrar tu biblioteca
y expulsar de tu escritorio
a un millar de poetas.
Puedes creerte profeta
y convertirte en dictador.
Puedes querer inspirar temor
y sentirte poderoso,
como titán desplazarte,
en la lucha emplazarte
seguro que has de vencer.
Pero nunca harás perecer
a mis letras más sentidas
esas mismas que se anidan
en lo profundo del alma,
que sin soberbia y en calma
en mi ser han de brotar.
Puedes realizar mil cosas
de un millar de maneras,
las letras están llorando
porque quieren detenerlas. Leonardo67.

Aunque.


Aunque trates de extender tus alas
en un millar de extraños cielos,
aunque sientas que tienes ganas
no lograrás levantar vuelo,
porque sigues añorando
aquel viejo compartido,
porque sigues extrañando
ese nido que has perdido.
Aunque quieras engañarte
que ya todo has superado
y te esfuerces por mostrarte
que enterraste tu pasado.
Aunque ya hayas partido
para andar nuevos caminos,
jamás nadie a conseguido
con el corazón partido
ser triunfante peregrino,
porque todo lo vivido
no es tan fácil de enterrar.  Leonardo67.

¿ En qué piensas?


Dime en que piensas ahora
que ya no estás a mi lado,
quisiera saber si me añoras
o si me has olvidado.
En que estarás pensando
es mi duda más que absurda,
¿ Te estarás enamorando?.
O tan solo recordando
con nostalgia el ayer,
sin encontrar la respuesta
de lo que pudo ser y no fue.
En que estarás pensando
mirando por tu ventana
a la luna en esta noche.
¿ Te sentirás sin mañanas,
te inundarán los reproches?.
En que estarás pensando
tan solo por un momento
quisiera desentrañarlo. Leonardo67.

Estrellita.


En mi cielo ya no brilla
mi pequeña estrella extraviada,
aunque te halles escondida
cada uno de mis días
en mi corazón titila
tu brillo en mi palpitar.
Sé que te volveré a hallar
aunque la noche está oscura,
no tengas ninguna duda
que volverás a iluminar
el cielo que llora tu ausencia
hasta que vientos de providencia
las nubes harán disipar.
Y de repente una noche
muy gris y encapotada,
alzaré una vez más la mirada
y tu luz veré de nuevo.
Ya nada me habrá de faltar. Leonardo67.

El tiempo.


El tiempo es el mejor testigo,
el que disipa tinieblas,
el es el mejor amigo
de quien calla la verdad.
La noche de la mentira
nunca ha de ser eterna,
cuando menos te lo esperas
brilla el sol de la verdad.
El tiempo suele ser sabio
y andar a paso lento
con sus silencios guardados.
Dejando por otro lado
que griten a los cuatro vientos,
desparramen sentimientos,
para justificar su vergüenza,
ya que de esta forma piensan
ocultar lo que es real.
Más el tiempo solo calla,
nada tiene que decir,
ni siquiera ha de sufrir
cuando la verdad le pertenece,
pues la siembra es gratuita,
la cosecha se merece. Leonardo67.

Luna.



Cuan bella esa luna lejana
que dice venir del oriente,
más cuando el sol
entra en poniente,
ella comienza a iluminar
los caminos solitarios
de algún peregrino errante
que sin ningún rumbo fijo
vaga de aquí para allá.
Cuan bella esa luna lejana
imponente en el cielo
de esa forma tan bella
se sabe mostrar. Leonardo67.

Sobre un papel.


Volcar frases en un papel
sin reglas preestablecidas
se transforman en la miel
de lo que en mi alma anida.
No hay mejor provocación
que la de una hoja en blanco,
sin igual la sensación
ha cesado mi descanso.
Con mi pluma como arma
me dirijo hacia la arena,
nuevamente en la batalla
de mi interminable guerra.
Escribo porque amo
ser aprendiz de poeta,
sin ninguna biblioteca
que me diga como hacerlo,
y como aspirante a jardinero
que algún día quise ser,
sentía designio del cielo
en mi jardín poseer
una plantación de rosas,
así preciso en mi vida
transformar sentimientos en prosas. Leonardo67.


Un bello milagro.


Milagrito de Dios
que algún día del cielo
a la tierra viajó.
Sé águila en tu vuelo
con tus alas extendidas,
sé semilla que germina
para transformarse en flor,
sé estrella que siempre brilla
en la noche solitaria,
sé gran sol de la mañana
que de fin a la noche fría.
Sé todo en la vida
lo que anheles ser,
y que jamás una herida
te pueda detener.
Que el calor de tu sol
por siempre me abrace,
que tu mirada y la mía
por siempre se alcancen. Leonardo67.

Lleva.


Lieva mi recuerdo en tu pecho
y atesóralo muy bien guardado
en el cofre sagrado de tu corazón.
Por si algún día el telón
de nuestra historia de amor
se pudiera llegar a caer
y tras el emerger
el fantasma del dolor
queriendo salir a escena,
no me recuerdes con pena,
hazlo con alegría
sabiendo que en nuestras vidas
un día las utopías
se transformaron en realidad.
Recuerdame bajo la luna hechicera
la misma que nos regaló
en una noche serena
la magia de nuestro amor. Leonardo67.

Rimas.


Rimas que no florecen
esta noche en papel.
Rimas que no se mecen
ni dan vueltas por mi mente
y durmiéndose perecen
en esta inactiva pluma.
Rimas que por causa ninguna
me resultan más que esquivas,
sin dejar expulsar heridas
que se acunan en mi corazón.
Rimas que sin ninguna razón
esta noche están ausentes
y aunque implore que se presenten
ellas no van a acudir,
en la cita postergada pareciera
que me quieren dejar partir. Leonardo67.

Cuando me marche de aquí.


Búscame en la suave brisa
que acaricie tu piel,
y aunque no me puedas ver
sabrás que estoy a tu lado.
Búscame en el primer rayo de sol
de un bello amanecer soleado,
y deja te inunde su calor
para sentirte abrazado.
Búscame con los pies  descalzos,
peregrino de mil senderos
en una playa desierta,
y que tus pies sean mojados
junto a la espuma y la sal,
y verás que se quiebran las cadenas
que te impiden caminar.
Búscame en la inmensidad
en tus noches de pesadilla,
como me enseñó mi abuelo
en la estrella que más brilla,
porque es tradición familiar
cuando nos sentimos abatidos
y nos inunda el pesar
de tener el corazón herido,
solo la debes tu hallar
y mirarla fijamente
expresando tu deseo,
la ayuda del cielo
pronto ha de llegar.
Jamás tengas dudas
aunque no halles mis manos
que estoy a tu lado
tus pasos cuidando,
como si fueras pequeño
para que no te hagas daño. Leonardo67.

domingo, 4 de julio de 2010

Las lineas del adiós.


Adiós te digo en esta noche,
jamás pensé que lo haría
ya no es tiempo de reproches
hasta aquí fuiste mi vida.
Es el tiempo de marchar
cada cual por su camino,
la mochila de las penas
otra vez hay que cargar.
Con el corazón partido,
ni pretendo que comprendas,
te agradezco lo vivido
nos aguardan otras sendas.
En la triste despedida
con sabor a soledad
y esta herida tan profunda
de mi alma en ebriedad. Leonardo67.

Los mil ¿ Por qué?


Te pregunté ¿ Por qué?.
Siendo tan pequeño
lo arrebataste de mi lado.
Te pregunté ¿ Por qué?.
Me hacías beber la copa
del sentirme abandonado.
Te pregunté bañado en llanto
con mi entrecortada voz,
si era merecedor
de tan profundo desgarro
en mi triste corazón.
Te pregunté ¿ Por qué?.
No pude jamás
en mis brazos alzarlo.
ni tan solo una vez
por un instante besarlo.
Te pregunté que hacer
para seguir viviendo,
que mi alma no soportaba
el seguirlo padeciendo.
Te pregunté una y mil veces
con inmenso dolor,
en las noches de desvelo
y solo me respondiste
que de los ángeles es el cielo. Leonardo67.

Déjame imaginar.


Déjame imaginarme
que mañana seré feliz,
no me acerques el pasado
nuevamente sobre mi.
Déjame imaginarme
que hay un nuevo amanecer
en las noches de tus labios
ya no quiero perecer.
Permíteme proyectarme
apartando los resabios
que he debido padecer.
Solo deja imaginarme
que mañana seré feliz,
de tu cielo sin estrellas
ya decidí partir. Leonardo67.

Esperándote.


Amanece y te espero,
con el día renuevo
la esperanza anhelada
de abrazarte de nuevo,
de sentir tu calor
inundando mi cuerpo
y que el mar de tu amor
acaricie mi puerto.
Continuo esperando
cuando llega la tarde
y te sigo esperando
aunque te halles distante.
Cuando al fin oscurece
solo busco en el cielo
para ver si aparece
alguna estrella fugaz,
para pedirle un deseo
que se transforme en real
para que tu regreses
y nos volvamos a amar. Leonardo67.

El ocaso del amor.


Como luna desaparecida
en la noche esplendorosa.
Como estrella fugaz,
como marchita rosa
en un triste jardín.
Como amanecer nublado,
como sinfonía celestial sin querubín.
Como pradera sin verde prado,
como mortal herida sangrante,
como árbol otoñal sin hojas,
como un oasis distante,
como poeta sin prosas.
Como barco en altamar
que no puede alcanzar su puerto.
Como ave que no puede volar,
como interminable desierto.
Como arco iris sin color,
así resulta ser
el ocaso del amor. Leonardo67.

En busca del alba.


La noche es tan fría
emprendo mi huida,
terrible anarquía
ayer gobernó
el trono sagrado
de mi corazón.
Sané mis heridas,
lo bello he guardado
y todo lo malo
ya se disipó.
trazando las sendas
de nuevo me encuentro,
me están aguardando
caminos inciertos.
A pasos muy lentos
que guían mi alma,
en la noche fría
en busca del alba. Leonardo67.

Mirando el ayer.


Fui ave del cielo
muy libre en su vuelo
que trazó los senderos
que quiso surcar.
Fui nave averiada
en la inmensidad del mar
con sobrecarga de penas
a punto de naufragar.
Fui peregrino errante
que forjó su camino
a paso constante
jamás el sentido
en la meta lejana.
Fui sol de la mañana
tras esa noche oscura,
esplendorosa rosa
y miles de cosas más. Leonardo67.

Te imagino...


Te imagino porque quiero
solamente imaginarte,
te imagino junto a mí
y te imagino distante.
Te imagino sonriendo
y alguna noche llorando
cuando te inundan los recuerdos
de tan profundo quebranto.
Imagino los sueños
que atesoras guardados
como pimpollos en renuevo,
esperando al sereno
aquel rocío anhelado
que los transmuten en flor
enraizados a tu corazón
y permitiéndole gritarle
con el sumo de tu voz
a este mundo más que avaro
extasiada de pasión
solamente un yo te amo.
Te imagino...
Te imagino...
y te sigo imaginando. leonardo67.

Habitante del silencio.

Del silencio habitante
quiero ser por esta noche
y en la paz preponderante
sin hacer ningún reproche,
con ausencia de palabras
y el deseo de buscar
en calma y sin ninguna prisa
hasta que pueda encontrar
a la estrella que más brilla.
La luna será testigo
de mi búsqueda en el cielo,
ofreciéndome su abrigo
y la luz de su consuelo.
Dando vueltas por mi mente
un imposible anhelo,
esperando solamente
que termine mi desvelo.
Habitante del silencio
la noche entera quiero ser,
hasta que muera la misma
y llegue un nuevo amanecer. Leonardo67.

Aunque mi pluma.


Aunque mi pluma este triste
para volcar sentimientos,
aunque una lágrima vertida
en este mismo momento
humedeció mi papel,
no me he de detener
para expresar lo que siento.
Porque siempre sané
cada una de mis heridas
a través de la poesía
y cada experiencia vivida
es parte de mi eterna prosa,
que tal cual fuera una rosa
también le escribe a la espina
como ayer le rimó a la flor. Leonardo67.

Que regresen.


Que regresen los anhelos
nuevamente a mi mente
y que así de repente
pueda volver a soñar.
Que la raíz del dolor
que a mi alma encarcela
como un árbol a la tierra
de una vez me desprenda,
necesito volar.
Quiero ser ave del cielo
que nada detenga mi vuelo
por el azul sin final.
Quiero surcar el firmamento
sin que pesen sentimientos,
mis pesares descargar.
Quiero desplegar mis alas
en busca de aquel nido
que algún día el destino
me permita alcanzar. Leonardo67.

¿ Que puede quedar?


Cuando en la verde pradera
perece la hierba
y no vuelve a brotar.
Cuando la savia del árbol
ya no es suficiente
y así de repente
a las hojas más bellas
comienza a secar.
¿ Qué puede quedar?.
Cuando miras al cielo
y no tienes ya alas
para desplegar.
Cuando en el inmenso desierto
ni al oasis más pequeño
logras alcanzar.
Cuando el dolor puede más
que el amor que sentimos
algún tiempo atrás.
¿ Qué puede, qué puede quedar?. Leonardo67.

Que extraña manera.


Que extraña manera
que tienes de amar,
abriéndome heridas
que no se curar.
Que extraña manera
que tienes de amar,
imponiendo distancia,
decretando las leyes
para continuar,
transcurridos unos meses
como si nada pasara
querer regresar.
Que extraña manera
que tienes de amar,
mi corazón entero
a ti te lo he brindado
y como un rompecabezas
de un millar de piezas
me lo has regresado.
Mientras tanto yo trato
de unir sus pedazos
y volcando mis versos
poderlo sanar.
Que extraña manera
que tienes de amar,
si estás a mi lado
me siento muy mal. Leonardo67.

Dos meses.


Hoy ya cumples dos meses
mi pequeña princesa,
a cada instante abasteces
con tu incomparable belleza,
la llama de mi amor.
Tu mirada tan tierna
pone fin a la yerma
y florece de nuevo
a mi corazón.
De tus ojos el gris
para siempre me guardo,
lo transformo en tapiz
para que adorne mi alma,
y en el inmenso letargo
me quiero quedar,
de esta manera la calma
volver a alcanzar.
En la tierra soñada
donde los anhelos
se hacen realidad. Leonardo67.

¿ Se equivocó el tiempo?


Se equivocó el tiempo
o quizás fuimos nosotros,
que olvidándonos de otros
nos pusimos a andar.
Tú  transitabas tus senderos,
yo recorría mis caminos,
que corrían paralelos
pero algún día el destino
los supo cruzar.
Quisimos construir un puente
para los caminos unir,
transformarlos en ruta
y de esa forma vivir.
Parecía impoluta,
sin ninguna fisura,
parecía que nunca
llegaría a su fin.
Hoy de nuevo me encuentro
en esta ruta incierta,
con la mochila pesada
llena de sentimientos,
sin hallar la respuesta,
ni poder divisar
a esa flecha sublime
que de nuevo me guie
en mi caminar. Leonardo67.

El ritual.


¿ Cómo andas abuelo?.
Que noche tan fría,
aquí ando de nuevo
queriéndote hallar.
Tus palabras quedaron
por siempre en mi mente,
aunque era pequeño
las supe guardar.
Me dijiste que muy pronto
partirías del mundo,
que al cielo muy alto
te ibas a mudar.
Que buscara la estrella
que más brille en el cielo
y mirándola fija
le pidiera un deseo,
que tú desde allí
lo harías realidad.
Por eso querido abuelo
me encuentro de nuevo
en nuestro ritual.
Te pido le lleves
a mi hija mil besos,
y un millar de caricias
que le quiero enviar.
Murmura en su oído
todo lo que la extraño
y que nunca en la vida,
la dejaré de amar. Leonardo67.

Hay algo en ti.


Hay algo en ti que desde lejos
como si fuera un bosquejo
de algún cuadro incompleto
que aun no tomó su color,
despierta mi admiración
para intentar descubrirlo
como si fuera un acertijo
al que no puedo rendirme
y como meta me fijo
el poder develar.
Hay algo en ti que parece
mis cinco sentidos
querer embriagar.
Como eco que nace
en lo profundo del alma
y establece su base
en mi corazón,
inflamando mi pecho
con un loco anhelo
fuera de control. Leonardo67.

viernes, 2 de julio de 2010

Hoy.


Hoy te volví a ver
mi pequeña de ojos grises,
nuevamente le trajiste
la paz a mi corazón.
Sin igual la sensación
la de volver a abrazarte,
a los ojos mirarte
y eclipsarme en tu sol.
Tus manitos se posaron
como antes en tu cara,
acabó mi noche oscura,
se transformó en la más clara.
Te despejaron mis dudas
y volví a proyectar
todos los sueños guardados,
mis anhelos retenidos
para que ambos de la mano
los hagamos realidad.
Solamente Dios sabe
cuanto esperé este momento,
más de nuevo hoy me siento
como el águila en su vuelo
con las alas desplegadas
que va surcando cielos,
y todo objetivo lejano
le es posible alcanzar.
Mi pequeña de ojos grises
por siempre yo te he de amar. Leonardo67.

Un bello milagro.


Milagrito de Dios
que un día del cielo
a la tierra viajó.
Sé águila en tu vuelo
con tus alas extendidas.
Sé semilla que germina
para transformarse en flor.
Sé estrella que siempre brilla
en la noche solitaria.
Sé gran sol de la mañana
que dé fin a la noche fría.
Sé todo en la vida
lo que anheles ser
y que nunca una herida
te pueda detener.
Que el calor de tu sol
por siempre me abrace,
que tu mirada a la mía
por siempre la alcance. Leonardo67.

Lentamente.


Avanzo lentamente
por un sendero desdibujado,
los fantasmas del pasado
no me dejan de acechar.
pero tengo muy presente
con la convicción ardiente
que se hace hoguera
en mi alma
imposible de apagar,
que muy despacio y en calma
mis pasos he de guiar
hacia esa meta lejana
que aun no logro divisar.
Y si acaso en el firmamento
de esta lluvia torrencial,
el sol de un azul cielo
yo no puedo aun mirar,
no me importa cuanto frío
tenga ya que soportar,
porque tengo muy en claro
que algún día esta tormenta
va llegar a su final. Leonardo67.

Eterna felicidad.


La tormenta ya ha pasado
he vencido el huracán
pero casi yo naufrago
con mi barco en alta mar.
He regresado a mi puerto,
ese sitio solitario
que siempre me tiende su mano
y me sabe cobijar,
es allí donde me refugio
para recuperar mis fuerzas,
deshacerme de mis penas
y volver a proyectar,
en la bitácora de viaje
que en el tiempo necesario
me devuelva hacia la mar.
Izaré al fin las velas
de mi barco aventurero
y como un loco bucanero
volveré a navegar,
por donde guíen los vientos
me dejaré llevar.
Sabiendo que tarde o temprano
mi tesoro tan preciado
algún día he de alcanzar
y cuando desembarque
en esa isla solitaria
la sabré yo bautizar
y llevará por nombre
eterna felicidad. Leonardo67.

Si no sabes.


Si no sabes ser feliz
déjame intentarlo a mí.
Que es eso de escribir
en mi página tu nombre.
no te quieras adjudicar
versos que no te han sido escritos,
no te quieras adueñar
de lo que te elegiste separar.
Ya es tarde para dar un paso atrás
como si nada hubiera pasado.
Tu camino ya has tomado
y mis senderos son distintos,
no te empeñes en acabar
con los bellos momentos
que algún día
me supiste regalar.
tu camino has elegido
déjame irme por el mío
y es por eso que te pido
una vez más y por escrito
y esperando que comprendas
que el ayer pasado es
y hoy yo miro hacia mañana.
Te lo pido por favor
déjame buscar en mi noche gris
un amanecer soleado. Leonardo67.

Los que están, los que se fueron


A mis amigos verdaderos
los que están, los que se fueron
hoy les quiero dedicar,
estas líneas que brotan
de los más profundo del alma,
sabiendo que siempre prefiero
calidad a cantidad.
Aquellos que ya partieron
hacia otras tierras
o Dios sabe donde,
siempre conservo sus recuerdos
en un lugar especial del corazón,
como preciado tesoro
que siempre quiero guardar,
en ese cofre sagrado
que solo está reservado
para ese grupo selecto
que la vida me supo otorgar
y aunque me sobren los dedos
para contarlos con mi mano,
ustedes son los hermanos
que mis padres no me supieron dar.
Los pocos que quedamos
de seguro nos juntamos
para volver a disfrutar
de ese culto tan hermoso
que es el culto a la amistad.
Brindando una vez más
alzaremos nuestras copas,
recordando alegremente
a aquellos que ya están ausentes,
pero están siempre presentes
aunque no los podamos ver,
porque hay cosas
que ni siquiera la muerte
puede hacerlas perecer. Leonardo67.

La delgada linea.


La delgada línea que divide
el cielo del infierno
como sin querer podemos
de un lado o del otro estar.
A veces una mirada basta
para transportarnos al edén,
en otras sentir distancia
nos transporta al otro lado,
parece que nada ha quedado
de aquellos instantes vividos
que juntos algún día creímos
que serían imposibles de olvidar.
La delgada línea me indica
que allí mismo
donde acaba el cielo
a tan solo un paso
se encuentra la puerta del infierno.
Y no se donde me encuentro
si en lo alto o en el abismo,
siento que da lo mismo
estar en uno u otro lugar,
cuán extraña la aleación
de sentimientos que me inundan
y las dudas que perduran
no dejando comprender,
si estoy morando en el cielo
o tal vez en el infierno,
o quizás este en el medio
a un paso de de cada lado
sin tener aún en claro
para donde debo ir,
que camino hay que seguir
cuando uno está embriagado
en cada uno de sus sentidos,
si es mejor lo ya vivido
o lo que resta por venir. Leonardo67.

Tu distancia.


Con tu distancia descubrí
que sin ti puedo vivir.
Tu distancia me enseñó
que estar lejos no es amor.
Con tu distancia aprendí
que añorar es fallecer
y no quiero perecer
más prefiero proyectar.
Tu distancia determinó
el final de nuestro amor.
Te deseo lo mejor,
ya me voy a caminar
como peregrino sin rumbo
por senderos un tanto inciertos,
con los mismos sentimientos
que se acunan en mi alma.
Me iré despacio y en calma
sin volver mi vista atrás,
solo deseo avanzar
en busca de un nuevo mañana
y aunque hoy me invada el frío
eterno este no ha de ser,
ya que un nuevo amanecer
pronto me habrá de entibiar,
restándome toda la vida
para poder volver a amar. Leonardo67.

Amanece.


Amanece, un nuevo día
y los rayos del sol golpean mi cara,
me comienzan a entibiar,
se transforman en mi guía
para saber que tengo vida
y no soy solo recuerdos,
que me impidan andar senderos
donde hallar mi porvenir.
Amanece una vez más
y aunque vea todo gris,
se que el azul profundo
pronto iluminará mi cielo,
porque este infinito anhelo
son mis alas desplegadas
y la fuerza de mi alma
se convierte en el motor
de un águila viajera
sin ninguna tormenta que pueda
su vuelo detener jamás.
En busca de aquel nido
que alguna vez el destino
le supo arrebatar. Leonardo67.

Ojos marrones.


Ojos marrones que desde lejos
supieron cautivarme con su mirada
quisiera poder ver
a través de ese espejo
en una noche estrellada,
cada uno de tus sueños ocultos
que cobijas en tu alma.
Déjame ser como el genio
que convierta tus deseos
en hermosa realidad,
déjame poderte alcanzar,
todos tus secretos develar.
Ojos marrones distantes
misteriosos y lejanos,
dejen ya de ser extraños
y comiéncenme a mirar. Leonardo67.

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