viernes, 2 de julio de 2010

Y nos alcanzó el invierno.


Y nos alcanzó el invierno
cuando todo parecía
ser el verano eterno.
Nos inundó la tormenta
comenzando a golpear
con todas sus fuerzas,
en aquella fortaleza
que yo creía imposible
de poder derrumbar.
Se extinguieron los verdes prados
por donde los dos caminábamos
y de pronto el desierto
a este triste corazón
lo ha dejado sediento,
y cuando uno pensaba
que había logrado todo
en un instante recibes
aquella cruel cachetada,
la misma que demuestra
que ya no queda nada. Leonardo67.

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Entrada destacada

Con tristeza de payaso.

Con tristeza de payaso he vagado por la vida, ocultando las heridas en sonrisas mal fingidas. Esta noche en las letras yo te cito, a ...